Excursión a Sigüenza

 
 

El pasado sábado 27 de abril la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País llevó a cabo una excursión a la ciudad episcopal de Sigüenza, en la provincia de Guadalajara.

Los 48 socios que pudimos asistir tuvimos como punto de encuentro y salida la calle de Sevilla frente a la entrada principal del hotel “Four Seasons”. La hora de salida: las 8 de la mañana. El madrugón venía condicionado por el apretado programa de visitas que teníamos previsto

Tras un recorrido sin incidencias -aunque el tiempo atmosférico no era el ideal para este tipo de evento- el autocar nos condujo hasta las mismas puertas del alcázar episcopal seguntino, donde nos recibió Jorge, nuestro guía. Magnífico y estupendo profesional, realizó una visita guiada impagable que todos pudimos seguir perfectamente, ya que se distribuyeron las pertinentes “petacas” con audífonos, de manera que nadie perdió ripio de las excelentes explicaciones de este licenciado en Historia.

Tras visitar el alcázar, y su magnífico patio de armas, descendimos por la calle de San Juan hasta la plazuela de la Cárcel, donde tuvimos ocasión de admirar la primera plaza “mayor” de esta ciudad, con edificios tan emblemáticos como el antiguo edificio consistorial ornado con el escudo de los Reyes Católicos y la Posada del Sol.

Con la lluvia acompañándonos de manera inconstante tomamos la calle de la Travesaña Alta en la que Jorge nos explicó la historia de la iglesia de San Vicente, de magnífica portada románica; y unos momentos más adelante, y afrontando una pequeña plazoleta peatonal pudimos disfrutar de la visión de la fachada gótica del siglo XV, de la conocida como “casa del Doncel”.

Incorporándonos a la calle Mayor, y en su descenso hacia el norte, visitamos la iglesia de Santiago, del siglo XIII, de transición del románico al gótico, y lamentablemente destruida por un bombardeo durante nuestra última guerra civil. Afortunadamente, está siendo reconstruida en estos últimos años, y sirve de escenario a multitud de actos culturales, y de exposición del románico caracense, así como de los importantes restos arqueológicos aparecidos durante la reconstrucción de este templo.

Continuando el descenso por la calle Mayor, desembocamos finalmente en la magnífica plaza Mayor de la ciudad, conocida también como “del Mercado”, edificada primordialmente entre 1484 y 1494, aunque la mayor parte de sus casas de piedra actualmente subsistentes datan de los siglos XVI al XVIII, y entre las que destacan las casas de los canónigos, dotadas de balconadas y galerías. 

En el edificio del Ayuntamiento, hermoso edificio renacentista del siglo XVI, dotado de hermosa fachada de doble galería de arcos de medio punto, y precioso patio claustral, la expedición de la Matritense fue recibida por la concejal Dña. Arantxa Pérez Gil, responsable del Área de Turismo, Desarrollo Sostenible y Agenda Urbana y Comunicación, que nos dio la bienvenida a la localidad, felicitándonos por la próxima conmemoración de nuestro 250 aniversario. En nombre de la Matritense nuestro secretario general, Julio Real, agradeció la bienvenida y expuso brevemente la historia y realizaciones de nuestra institución.

Continuando la ruta, seguidamente visitamos la catedral de Santa María, soberbio ejemplar románico-gótico de los siglos XII-XIV, con adiciones posteriores. Especialmente relevantes entre otras preciosidades, fueron las visitas a la capilla de los Arces, que conserva el magnífico sepulcro de D. Martín Vázquez de Arce, el célebre “doncel de Sigüenza”, muerto en la guerra de Granada en 1486, a los 25 años; y la excepcional “sacristía de las Cabezas”, magnífico diseño renacentista de Covarrubias.

Al salir de la catedral, y tras un periodo de descanso atmosférico cuando nos hallábamos al cobijo del templo catedralicio, la lluvia volvió a arreciar, por lo que Jorge culminó rápidamente la explicación de la fachada principal del templo, y acudimos al restaurante a reponer fuerzas, y a entonar el cuerpo, en medio de un magnífico ambiente de hermanamiento entre los socios.

Las dos horas que duró la comida llegó a asomar el sol, luciendo esplendoroso; eso sí, nada más salir comenzó a llover de nuevo, y nuestro socio casi seguntino, José Manuel Sevilla, se las vio y deseó para poder explicarnos los aspectos más interesantes del barrio de San Roque, edificado en el último tercio del siglo XVIII, en plena corriente de la Ilustración.

Ante las circunstancias climatológicas adversas, abreviamos el recorrido y a las 16:30 horas nos recogía el autocar en el paseo de la Estación para retornar a Madrid.