Un mundo sin hambre será de riego o no será

 
 

 

 

La celebración de la Tribuna Carlos III de las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País de España fue la ocasión perfecta para hablar del agua. D.Jaime Lamo de Espinosa, Vicepresidente Primero de la  RSEMAP fue el encargado de impartir la charla “La Gestión del agua para usos agroalimentarios” que nos dejó importantes planteamientos sobre el agua de cara al medio y largo plazo. De hecho, según Lamo de Espinosa  “un mundo sin hambre será de riego o no será”.

El mundo se enfrenta de aquí al año 2050 a un fuerte crecimiento de la población que demandará más y más alimentos y cuya producción encontrará dificultades porque no podrá aplicar ciertas tecnologías, hasta ahora normales, pero que serán inviables bajo la amenaza del cambio climático.

Tal y como exponía nuestro Vicepresidente Primero,  algunos pensamos que la agricultura de riego debe crecer para hacer frente a las necesidades agroalimentarias y para luchar contra la desertificación. Si vamos a sufrir tormentas y torrenteras hay que retener toda el agua de lluvia posible mediante nuevas presas y nuevos embalses probablemente de menos dimensión de las que estamos acostumbrados a ver, pero más numerosos.

Así mismo es necesario que los riegos existentes racionalicen económica y tecnológicamente sus sistemas para que se posibilite un mayor ahorro de agua y llegar a más tierras con menos recursos. Además, ha de preferirse el agua azul a la procedente de desaladoras, excluyendo éstas para la agricultura por razones de coste.

Hay que meditar de cara a este futuro incierto e inquietante que se anuncia sobre la interconexión de cuentas hidrográficas para reorientar los flujos en función de las escaseces que el cambio climático nos pueda generar.

En suma, hay que abogar por un sistema completo dando por sentado que el principal objetivo de esa política es la seguridad, la garantía de una mejor dieta alimentaria y nutricional global, y eso debe dar origen a un gran pacto nacional sobre el agua entre los partidos políticos que debería cerrarse y mantenerse durante años, sometiéndose todos al acuerdo sobre el que se hubiera llegado. Ojalá se intente y ojalá se logre.